El uso de sustancias lícitas por la población general es uno de los problemas de salud pública más
preocupantes en el país. De todo el grupo de sustancias capaces de ser abusadas y producir efectos
dañinos a la salud, el alcohol es la sustancia más consumidas.
Según un estudio de investigación realizado por la Sociedad Venezolana de Medicina Interna (SVMI) en personas mayores de 18 años a nivel nacional, se encontró que 84,7% de la población venezolana adulta ingiere alcohol, y que cerca de la mitad de la población masculina mayor de 18 años bebe regularmente de manera excesiva.
En ese sentido, se calcula que el alcoholismo en Venezuela se presenta en uno de cada diez adultos hombres y una de cada treinta mujeres. Es decir, la magnitud de los resultados obtenidos dice que en uno de cada diez hogares existe un alcohólico, con todas las consecuencias familiares, económicas y sociales que eso puede significar.
Si examinamos las cifras que se refieren al porcentaje de adultos varones que no siendo alcohólicos abusan de la bebida frecuentemente encontramos que por lo menos uno de cada tres hombres tiene un patrón de consumo frecuente de abuso. “Esta es una costumbre social tolerada y muchas veces auspiciada entre varones (y ahora cada vez más entre mujeres)”, determinó el estudio.
El mismo estudio investigó la población joven de los barriadas populares, y se encontró que 65,6% de las personas entre 26 a 44 años de edad consume alcohol de manera excesiva (dos de cada tres varones). Este es un problema significativo debido a que se trata de población joven que ya presentan un problemas relacionados al uso de alcohol que puede limitarlos en su vida familiar, social y productiva.
La costumbre de beber después del trabajo o de pasar los fines de semana bebiendo es un patrón cultural muy arraigado y se transmite directamente a los jóvenes. Se trata de una conducta permitida socialmente. Las mujeres y las familias son las que más sufren las consecuencias de esta conducta.
El alcohol vs violencia
La psicóloga clínica Valentina Villanueva asegura que muchos agresores y víctimas utilizan el uso del alcohol para excusar cualquier comportamiento reprochable y/o violento.
“El agresor que se emborracha y comete cualquier tipo de acto 84,7% de los venezolanos consume alcohol violento contra una mujer, inclusive el femicidio, se excusa detrás de su estado de embriaguez, en su incapacidad de controlar impulsos violentos. Pero esta situación nos alerta aún más cuando la sociedad o peor aún, la víctima sobreviviente, alcanza a justificarlo”.
La ONG Centro de Justicia y Paz (Cepaz) registró un aumento del historial de consumo de alcohol por parte del agresor como factor de riesgo que incrementa la probabilidad de cometer el delito.
En el primer trimestre de 2022, 1,2% de los casos analizados aparece como factor de riesgo presente el consumo de alcohol, mientras que en el segundo trimestre aumentó el factor de riesgo a 12,5% del total de casos analizados.
“Aunque el alcohol no suele ser la causa directa de la violencia contra las mujeres, aumenta su frecuencia y gravedad. Es por ello que insistimos en la necesidad de analizar el consumo problemático de sustancias psicoactivas y su vínculo con el femicidio como un caso particular».
«Solo a través de un enfoque diferenciado se alcanzarán políticas de prevención que permitan el control del consumo de sustancias, “y la toma de conciencia para el reconocimiento de la violencia en manos de agresores consumidores, por parte de la víctima, de la sociedad y de las instituciones”, explicó.
Estado, sociedad y familia
En Venezuela de acuerdo a la Ley Orgánica de Protección para Niños, Niñas y Adolescentes, el artículo 51 menciona el deber del Estado y la sociedad en prevenir el consumo de sustancias psicotrópicas en este grupo.
La especialista recomienda que bajo ninguna circunstancia niños y adolescentes deben consumir alcohol u otras sustancias psicotrópicas, puesto que esto puede llevar a experiencias desagradables y daños en el organismo. En cambio, se puede fomentar como familia y sociedad una cultura informativa sobre las consecuencias.
“A pesar que la cultura del consumo de alcohol por recreación está normalizada, deberíamos tomar conciencia que el no consumo en adolescentes debería extenderse en el tiempo respetando el proceso de maduración de su cuerpo. Con esto estaremos evitando el aumento de enfermos por adicción”, puntualizó.
El tercer país con mayor ingesta
El ránking en América Latina lo lidera Chile, donde existe un consumo anual per cápita de 9,6 litros de alcohol puro. Si se divide por sexos, el informe revela que los chilenos consumen 13,9 litros anualmente y las chilenas 5,5 litros.
El segundo en la lista es Argentina, con un total de 9,3 litros per cápita por año. Las argentinas consumen 5,2 litros y los argentinos 13,6 litros. La tercera posición la ocupa Venezuela, con 8,9 litros de alcohol puro per cápita, que se divide en 12,7 consumidos por los venezolanos y 5,2 por las
venezolanas.
Los siguientes en la lista son, por orden jerárquico: Paraguay (8,8 litros); Brasil (8,7); Perú (8,1); Panamá (8); Uruguay (7,6); Ecuador (7,2); México (7,2); Re- pública Dominicana (6,9); Co- lombia (6,2); Bolivia (5,9); Costa Rica (5,4); Cuba (5,2); Nicaragua (5); Honduras (4); Guatemala (3,8) y El Salvador (3,2).
Con respecto al tipo de alcohol consumido en América Latina, lo que más se ingiere es cerveza (53%); seguida de un 32,6% de licores (vodka y whisky), y un 11,7% de vino.
Villanueva responde al Diario La Verdad de Vargas, con fin de comprender a mayor profundidad
la problemática.
¿Cuándo es que tomar alcohol se convierte en un problema?
Reside en un extremo del rango que va desde el abuso de alcohol hasta la dependencia del
alcohol.
El abuso de alcohol es un patrón de consumo de bebidas que deriva en consecuencias adversas importantes y recurrentes. Las personas que abusan del alcohol pueden no cumplir con sus obligaciones importantes en la escuela, el trabajo o la familia.
Mientras, que las personas con alcoholismo “técnicamente conocido como dependencia del alcohol” pierden el control confiable de su consumo de alcohol. No importa qué tipo de alcohol uno tome y ni siquiera la cantidad, las personas dependientes del alcohol a menudo no pueden dejar de tomar una vez que comienzan.
¿Qué provoca los trastornos relacionados con el alcohol?
Los problemas con el alcohol tienen múltiples causas, y los factores genéticos, fisiológicos, psicológicos y sociales desempeñan un papel importante. No todas las personas se ven igualmente afectadas por cada causa. Para algunas personas que abusan del alcohol, los rasgos psicológicos como impulsividad, baja autoestima y una necesidad de aprobación provocan que se beba alcohol de manera inapropiada.
Algunas personas toman para sobrellevar o “curar”S problemas emocionales. Los factores sociales
y del entorno, como la presión de los compañeros y la fácil disponibilidad del alcohol, pueden jugar roles clave. La pobreza y el abuso físico o sexual aumentan las probabilidades de desarrollar dependencia al alcohol, por ejemplo.
¿Cómo afectan a las personas los trastornos por consumo de alcohol?
Los efectos a corto plazo incluyen pérdida de memoria, resaca y amnesia alcohólica. Los
problemas a largo plazo asociados con el consumo excesivo de alcohol incluyen trastornos estomacales, problemas cardíacos, cáncer, daños cerebrales, pérdida de memoria grave y cirrosis hepática.
Los bebedores empedernidos también aumentan de forma notoria sus posibilidades de morir
debido a accidentes automovilísticos, homicidios y suicidios.
Si bien es más probable que los hombres desarrollen el alcoholismo que las mujeres, la salud de las mujeres se ve más afectada hasta con bajos niveles de consumo de alcohol.
Los problemas con el alcohol también tienen un impacto muy negativo en la salud mental. El abuso de alcohol y el alcoholismo pueden empeorar condiciones existentes como la depresión o provocar nuevos problemas como la pérdida grave de memoria, la depresión o la ansiedad.
¿Cómo puede ayudar un psicólogo?
Un psicólogo puede comenzar con el bebedor evaluando los tipos y grados de problemas que experimenta. Los resultados de la evaluación pueden ofrecer una guía inicial al bebedor sobre
qué tratamiento debe buscar y ayudar a motivarlo para que se someta al tratamiento. Las personas que tienen problemas con el consumo de alcohol mejoran indudablemente sus posibilidades
de recuperación al buscar ayuda temprano.
Por Gabriel Hernández