Las autoridades en China ordenaron el confinamiento de 1,7 millones de personas en la provincia de Anhui, donde se reportaron este lunes 300 nuevos casos de covid-19.
China es la última gran economía que mantiene una estricta estrategia sanitaria frente al coronavirus, basada en cuarentenas y pruebas obligatorias.
El rebrote en Anhui, donde las autoridades detectaron cientos de casos la semana pasada, se produce cuando la economía del país empieza a recuperarse de un cierre de meses en Shanghái y de duras restricciones en la capital, Pekín.
Dos condados de la provincia, Sixian y Lingbi, anunciaron el confinamiento de más de 1,7 millones de personas, a las que solo se les permite salir de sus casas para someterse a pruebas.
La provincia informó el lunes de 287 nuevos contagios, entre ellos 258 personas que no presentaban síntomas, según la Comisión Nacional de Salud de China, lo que eleva el total de casos detectados a algo más de 1.000. La provincia vecina de Shanghai, Jiangsu, también informó el lunes de 56 nuevas infecciones en cuatro ciudades.