Una nueva caravana con cerca de 4.000 migrantes, incluidos venezolanos, partió este viernes de la frontera sur de México hacia Estados Unidos con reclamos de seguridad y libre tránsito por el temor de sufrir una tragedia como la de los 53 migrantes que murieron por hacinamiento en un tráiler en Texas desde el lunes.
Los migrantes, en su mayoría de Centroamérica y Venezuela, salieron en la madrugada desde Tapachula, limítrofe con Guatemala, con destino al municipio de Huixtla, donde solicitarán camiones y permisos temporales para transitar por territorio mexicano.
Al igual que Estados Unidos, el gobierno de México también ha afrontado críticas por el despliegue de casi 30.000 agentes de las Fuerzas Armadas en las fronteras norte y sur para tareas migratorias, lo que orilla a los migrantes a buscar rutas alternas.