Desde muy temprano los trabajadores de la empresa contratista de Corpoelec se apostaron en la planta de Tacoa para exigir un salario ajustado a la canasta alimentaria, ya que los $30 dólares que devengan no son suficientes y están pasando muchas penurias.
Destacaron que tampoco cuentan con uniformes ni casco de protección, lo que representa un peligro por ser un trabajo se alto riesgo y necesitan equipos aislantes.
Señalaron que son 130 los trabajadores que están en esa situación y laboran en las calderas. «Nos daban el almuerzo y nos lo quitaron, tampoco contamos con un seguro y lo que ganamos no nos alcanza para ir a una clínica».
Manifestaron que los representantes de la empresa no dan la cara, pero sí les mandaron a la guardia para que los amedrentara.
«Estamos exigiendo justicia laboral y volveremos a tomar la calle hasta que nos solucionen el problema»./jd