Como injusta cataloga Neiska Castillo la sentencia de 6 meses de reclusión en el Retén de Caraballeda, 6 meses de servicio comunitario y 2 años bajo régimen de presentación, de su hijo de 15 años por lesionar a otro menor el pasado 12 de enero, dictada por el Tribunal Primero de Control Lopna de La Guaira.
“Mi hijo juega para el equipo Criollitos de Vargas y ese día estaban jugando fútbol en una cancha de El Teleférico de Macuto, donde peleó con otro menor a quien le partió la ceja y le desvió el tabique. Al día siguiente lo detuvieron por las lesiones. El 14 lo presentaron, quedando bajo régimen de presentación y con una medida cautelar”, explica Castillo.
Señala que el día 28 de enero fue citada con su hijo a la Fiscalía, donde los atendió la fiscal Jennifer Ferrer. “Me dijo que tenía que pagarle al papá del menor lesionado $1.500 para los gastos de la operación. Yo le expresé que no contaba con los recursos porque soy enfermera, que no ganaba eso. Le dije que podía ayudarlos con medicamentos y hasta podía hacer las diligencias para que lo viera un otorrinolaringólogo y un cirujano en el Seguro Social y la fiscal me lo negó”.
Castillo asegura que también solicitó una reevaluación forense del niño porque le agregaron otro delito a su hijo, el cual no estaba comprobado por medicatura forense.
“Yo sé que mi hijo actuó mal y que la violencia no deja nada bueno, pero habían otras formas de resolver este problema. El defensor de mi hijo agotó todos los recursos, mi hijo pidió disculpas, me ofrecí a apoyar con los medicamentos y aún así lo sentenciaron como un criminal. Considero que ese juicio está viciado y es una represalia por no pagar el dinero solicitado”.
Castillo pide a las autoridades competentes revisar y caso y reevaluar la sentencia. “El Retén de Caraballeda es un sitio horrible para un adolescente de 15 años. Sí cometió un error, pero esta sentencia es demasiado. Personas que han cometidos crímenes horribles están libres y mi hijo que es solo un niño está encerrado en un calabozo”.