El papa Francisco confesó a algunos obispos brasileños que no le pasa por la cabeza renunciar como señalaron recientemente algunos medios de comunicación y quiere vivir su misión «hasta que Dios se lo permita».
El arzobispo de Porto Velho, Roque Paloschi, aseguró al portal de noticias del Vaticano que Francisco le dijo que «tiene muchos desafíos, pero que no le pasa por la cabeza lo que sale en la prensa (en referencia a su posible renuncia)», cuando se afrontó el tema de su salud durante una reunión este lunes con un grupo de obispos brasileños en visita ‘ad limina’, que se realiza cada cinco años en el Vaticano. (Visita que todos los obispos diocesanos deben realizar a templos de San Pedro y San Pablo en Roma).
Entre tanto, Lúcio Nicoletto, administrador diocesano de Roraima, agregó que vieron a Francisco con su «fragilidad pero también con una fuerza muy grande».
En esta reunión de los 17 obispos de Amazonas y Roraima y Acre, sur de Amazonas y Rondônia, el sumo pontífice los animó a actuar “sin miedo a enfrentar los desafíos que nos presenta el momento actual» y «a denunciar todo lo que pisotea en pie los derechos fundamentales de las poblaciones indígenas y el cuidado de la casa común».
Los rumores de su renuncia surgieron debido a sus problemas de rodilla que le obligan momentáneamente a moverse en una silla de ruedas y el aplazamiento de algunos viajes como el previsto en principios de julio a Congo y Sudan del Sur.
Pero además, una serie de circunstancias, como un inédito consistorio para nombrar cardenales en agosto y una visita prevista para ese mismo mes a la ciudad donde está enterrado Celestino V, el primer pontífice que renunció acrecentaron los rumores.