Comerciantes del Paseo de Macuto aseguran que las ventas no han sido buenas, pues el número de bañistas cada vez es más bajo, al punto de que un fin de semana o feriado es parecido a cualquier día de la semana.
“El problema es el poder adquisitivo. La gente quiere venir y comerse un pescado o una sopa de mariscos, pero lamentablemente se les hace difícil. El turismo se ha visto afectado y con eso nosotros también. Tenemos años que no vemos un número alto de visitantes”, comenta Rosendo Perozo.
El plato de pargo con ensalada y tostones tiene un precio entre 10 y 12 dólares, la ración de tostones de 6 unidades se vende en 25 bolívares, mientras que de 12 unidades vale 40 bolívares. «También ofrecemos hervido de pescado en 25 bolívares», indica Perozo.
“Dejamos de ofrecer platos como la fosforera, ya que la inversión es muy grande y la gente no tiene para pagar lo que vale. Es preferible en estos momentos irse por lo seguro”.
De igual forma, asevera que los múltiples impuestos que deben pagar les imposibilita hablar de un margen de ganancia. “Desde la luz hasta el aseo han aumentado muchísimo. Es más lo que se termina pagando en servicios e impuesto que lo que podemos obtener de ganancia. El gobierno debe revisar y analizar esta situación que está ahogando a los playeros”.
Un análisis de costos unido a la evaluación de las ventas brutas y netas de los playeros, es algo que dirección de turismo del estado La Guaira debe realizar, para buscar la forma de que estos trabajadores puedan obtener recursos por lo menos para sobrevivir.
Piedras ahuyentan a bañistas
Darwin Sosa tiene 8 años trabajando como toldero en playa A, oficio que comparte con cargar piedras para poder abrirles un camino a los turistas, pues “cualquiera pierde una uña en esa montaña de peligro”.
“Todos los días me ves ofreciendo toldos y cargando piedras, ya que de lo contrario la gente no va querer estar en la playa. Estamos cansados de solicitar ayuda y nada. Vienen y es poco lo que resuelven, nada que hacen el trabajo por completo”.
La falta de dragado en las playas del Paseo de Macuto ha hecho que cada vez menos bañistas lo tomen como destino turístico, generando así pérdidas. GH/jd