Corea del Norte informó este jueves sus primeros casos de Covid-19 desde el inicio de la pandemia por lo que declaró «emergencia máxima» por lo contagioso de la variante ómicron, aunado a queel país asiático rechaza la vacunación.
Las autoridades detectaron que muestras tomadas el pasado ocho de mayo, en personas con fiebre «pertenecientes a una organización en la capital» coinciden con la variante ómicron BA.2, que se ha extendido por todo el mundo desde finales de 2021.
El Gobierno norcoreano, que hasta ahora no había confirmado un solo positivo de Covid, ha realizado el anuncio después de que medios especializados como NK News afirmaran, citando fuentes locales, que el pasado 10 de mayo se había decretado súbitamente un confinamiento en Pionyang.
Por su parte, el Ministerio de Unificación surcoreano explicó en un escrito remitido a la agencia EFE que su postura pasa por cooperar «a nivel humanitario en todo momento» en materia sanitaria con el Norte y sus residentes.
Ante la preocupación que genera la situación, el ejército norcoreano respondió con un aparente gesto de fuerza al lanzar tres misiles hacia el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), calificados de balísticos y de corto alcance por el Sur, en la tercera prueba de este tipo en la última semana y la dieciseisava en lo que va de 2022.
El politburó del Partido de los Trabajadores norcoreano celebró hoy una reunión presidida por el líder Kim Jong-un -que apareció con mascarilla y solo se la retiró al hablar, según se vio en televisión- para activar un «sistema de prevención epidémica de emergencia máxima».
Kim «instó a todas las ciudades y condados del país a confinar completamente sus áreas» para evitar nuevos contagios.
El líder subrayó la necesidad de que el sistema sanitario realice test intensivos, refuerce observación y tratamientos médicos e intensifique la desinfección, para lo cual dijo que se movilizarán suministros médicos «reservados hasta ahora para una situación de emergencia».
Corea del Norte mantiene desde 2020 un sistema muy estricto que incluye impedir que nadie entre en el país, reforzar vallas fronterizas, disparar a toda persona que se acerque a la divisoria o desinfectar durante semanas las importaciones que obtiene de China por alta mar o ferrocarril.