Las fuerzas del Kremlin han extendido sus ataques este viernes a las inmediaciones de dos localidades del oeste del país, muy cerca de las fronteras con dos Estados miembros de la UE y la OTAN, Polonia y Rumania; también han alcanzado el este de la zona central de Ucrania.
Mijailo Podoliak, principal asesor del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, confirmó en sus redes sociales la ofensiva contra Lutsk, situada a 87 kilómetros de Polonia, y contra Ivano-Frankivsk, a 153 kilómetros de la linde con Rumania.
En la primera de estas ciudades los objetivos han sido, según las autoridades ucranias, el aeródromo y una fábrica cercana. Fuentes del Gobierno regional han confirmado la muerte de cuatro militares y que otros seis han resultado heridos.
Los nuevos bombardeos, alejados de las líneas del frente, son una estrategia de las fuerzas del presidente ruso, Vladímir Putin, para dificultar la logística y el transporte de recursos desde los países aliados, según apuntan fuentes del Gobierno del país invadido. Así, las fuerzas del Kremlin atacaron este viernes también Dnipró, una ciudad industrial en la ribera del río Dniéper, con 966.000 habitantes.
Los proyectiles impactaron cerca de un jardín de infancia, un bloque de viviendas y una fábrica de zapatos, donde han causado un incendio, según el Servicio de Emergencias del país. Ha habido al menos un muerto en este ataque, según las autoridades locales.
Un tercera guerra mundial
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió este viernes que si el presidente ruso, Vladímir Putin, ataca el territorio de la OTAN, ellos responderían y habría una “Tercera Guerra Mundial”.
también ha avisado a Rusia de que pagará “un alto precio” si usa armas químicas o biológicas en Ucrania y ha asegurado que EEUU defenderá “cada centímetro” del territorio de los aliados de la organización.