Al menos 20% de los niños menores de 6 meses en Venezuela sufren de desnutrición, informó la Sociedad Venezolana de Pediatría, dirigida por Huniades Urbina. La cifra resulta alarmante ante los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que califica como situación de alarma cuando un país tiene 10% de la población infantil con desnutrición.
Urbina detalló que 36% de los niños menores de 5 años sufre déficit alimentario y lo más grave es que de 12 a 15% son casos severos. Las madres no tienen cómo alimentar a sus hijos, ni siquiera pueden alimentarse a sí mismas durante el embarazo.
“No consumen proteínas ni nutrientes. Eso es una factura a largo plazo”, advirtió Urbina citado por el medio La Prensa de Lara. El problema también tiene su origen en el 20% de embarazos de madres adolescentes en el país. Las jóvenes, en su mayoría desnutridas, todavía tienen su cuerpo en desarrollo y no cuentan con el debido control prenatal. Por ello, en la gran mayoría de casos las madres adolescentes no se alimentan de vitaminas, hierro y ácido fólico tan necesarios durante la gestación.
Las fórmulas maternas, que funcionan como refuerzo nutricional cuando se interrumpe la lactancia materna, no están al alcance de todos los padres. Tampoco se tienen las vitaminas que vendrían a complementar la dieta balanceada.
La generación que se está formando actualmente en Venezuela, en consecuencia, no solo padece de desnutrición sino que además son niños que pierden entre 8 y 10 centímetros según la edad. La talla, el peso, la debilidad con cuadros de anemia y hasta dificultades de aprendizaje por las mínimas condiciones cerebrales son algunas de las secuelas.
“Esto no es por las sanciones internacionales, porque antes los niños asistían a las escuelas para asegurar sus alimentos en el comedor”, denunció Urbina.
La calidad del modo de vida en Venezuela está, además, marcada por la precariedad: 83% de hogares no cuentan con el servicio continuo del agua, 57% no tiene alimentos.
46% de familias presentan limitaciones y 27% pueden caer en la mendicidad impulsadas por la crisis. La canasta alimentaria sigue siendo inalcanzable. En diciembre de 2020 se ubicó en Bs. 323.523.329 ($294,11), un aumento de 30,8% respecto al mes anterior. Para adquirirla, según el Cendas, se necesitan 269 salarios (estimado en Bs. 1.200.000).