5 agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) constataron que unas 828 millones de personas sufrieron de hambre en el mundo debido a los efectos secundarios de la pandemia del covid-19 y la crisis climática a finales de 2021.
Alertaron que en caso de continuar esta situación, no se podrá alcanzar el objetivo de eliminar el hambre mundial para el año 2030.
En el informe anual sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, en el que todavía no se ven reflejados los daños que ha dejado la guerra en Ucrania, destacó que la pandemia mostró “la fragilidad de los sistemas agroalimentarios y las desigualdades”.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo para la Infancia (UNICEF) instaron a que se realice una inminente revisión a las ayudas actuales para combatir la crisis.
Desde el inicio de la pandemia a finales de 2019, la cifra de personas sin acceso a los alimentos aumentó en 150 millones, 46 de ellas en el último año.