* Estudios revelan que a un alto índice de venezolanos no les alcanzan los ingresos para comprar los alimentos
Doriana León.- Las encuestas y estudios de campo son herramientas que aplican con frecuencia investigadores, sociólogos y trabajadores sociales para determinar indicadores que revelen condiciones de vida de una población específica. En los últimos cinco años, las muestras procesadas dejan en evidencia un deterioro progresivo que se ha ido acentuando por la crisis económica, política y social en Venezuela.
Especialistas de la Universidad Central de Venezuela (UCV); la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la Universidad Simón Bolívar (USB), realizaron recientemente la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi), apoyada por el Observatorio Venezolano de la Salud y que dejó en evidencia que el 81% de los venezolanos sufre algún tipo de pobreza.
El documento, que basa sus resultados en los testimonios de 1.488 venezolanos entrevistados en 23 ciudades del país, revela que al 87% de los venezolanos no les alcanzan sus ingresos para comprar los alimentos. Harina de maíz, arroz, pasta, pan, margarina, mayonesa y mortadela son los rubros que más consume la población.
Marianella Herrera Cuenca, directora del observatorio e investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes), informó que el 12,1% de los venezolanos, en este momento, no tiene acceso a las tres comidas al día, y los que sí lo tienen, experimentan un deterioro en la calidad de la dieta.
En esta situación se encuentran las familias de los estratos D, E y F y algunas del estrato C, es decir, personas en pobreza crónica extrema, en pobreza extrema y en pobreza reciente.
“Esta última categoría es nueva, surgió en la Encovi 2015, y se refiere a las familias de clase media que tienen las necesidades básicas satisfechas pero su poder adquisitivo ha disminuido. Es decir, viven una pobreza por ingresos”.
Estrato en extinción
Venezuela sufre una alta inflación que cerró el año pasado en 180,9%, lo que ha disminuido de forma notable el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Bernardo Guerra, médico y dirigente de Acción Democrática, asegura que en la actualidad, la clase media profesional que existía hace 20 años, pasó a formar parte de los indicadores de pobreza del país. “La implementación de las políticas económicas erróneas ha aniquilado a ese sector de la sociedad, que gracias a su desempeño laboral y académico podían mantener una estabilidad económica intermedia”.
Asegura que esta situación, afecta a la población joven que comienza a hacer carrera para forjarse un futuro. “Las parejas de profesionales jóvenes ven cada día más distante el formar una familia, independizarse y alcanzar metas económicas, como comprar una vivienda o un vehículo. Esto ha desencadenado un éxodo masivo de venezolanos a otras fronteras que permitan alcanzar sus metas de vida. Muchas familias se han desmembrado por la inestabilidad que hay en el país”.
Guerra señala que a pesar de que el Gobierno “hace alarde de haber acabado con la pobreza extrema, la realidad se ve a diario en la calle, donde la gente tiene que madrugar para comprar productos básicos, sin que les alcance para cubrir el 10% de la canasta básica con el salario mínimo”.
Dice que muchos profesionales se ven en la obligación de “matar tigres” para poder redondear la quincena y medianamente cubrir gastos familiares y profesionales. “La clase media desapareció y actualmente está en indefensión”.
Índices negativos en alza
El director de la fundación ADN Pobreza, Simón Alberto Milá de la Roca, considera que la pobreza pudiese seguir creciendo en el país. Precisa que esta desmejora afecta particularmente a la clase media, este sector “se está hundiendo”.
Destaca que la pobreza ha sido subsidiada por el Ejecutivo, pero que ha sido insuficiente. Asegura que la clave para salir de la pobreza es la capacitación del individuo.
En cuanto a los problemas originados por esta situación, Milá de la Roca afirma que “la pobreza está matando a la gente en el mundo” por los altos índices delictivos. Informa que el Gobierno debe desarrollar políticas para alejar a la juventud de la delincuencia./iv
“Antes comíamos carne y pollo, ahora arroz con mantequilla”
Reina Ramírez: Hasta hace tres o cuatro años, a uno le alcanzaba para medio hacer un mercado y rasguñando aguantábamos la quincena. Ahora uno cobra y sale al mercado indefenso, pues los billetes se convierten en barajitas de papel que no valen nada. Vamos a tener que sacarle copia a los billetes de Bs. 100 a ver si así nos alcanza para medio comer
Betsy de Díaz: Antes uno se daba vida comiendo carne o pollo, ahora es un lujo. En el almuerzo uno siempre podía servir el salado con arroz, tajadas y ensalada. Ahora muchas familias deben resignarse comiendo arroz con mantequilla. No nos estamos alimentando