El informe Crisis de Seguridad Alimentaria en Venezuela, que realizó Consultores21, en septiembre de 2023 con una muestra de 2.000 hogares, encontró que el 38% de las familias se encuentran en muy baja seguridad alimentaria. Además, que hasta el 34% están en la categoría de baja seguridad alimentaria. Solo el 28% restante están en alta seguridad.
Estas cifras se mantienen similares a las registrada en 2022, cuando el estudio encontró que el 70% de las familias venezolanas estaban en situación de inseguridad alimentaria.
Los estados más afectados por la inseguridad alimentaria son Zulia y Bolívar, donde el 84% y el 67% de las familias, respectivamente, están en situación de muy baja seguridad alimentaria.
Por otro lado, las regiones con mejor índice de seguridad alimentaria son la capital y el centro del país. En esas zonas, el 52% y el 48% de las familias, respectivamente, se encuentran en alta seguridad alimentaria.
La alimentación deficiente afecta el desarrollo de las personas
El estudio también encontró que el ítem “insuficientes recursos para comprar comida variada y nutritiva”, es el que tiene mayor presencia para septiembre de 2023 en los hogares venezolanos. Casi el 90% de los encuestados consideran que esta circunstancia afecta su alimentación.
El ítem que le sigue de cerca es el de “comió menos de lo que debía por falta de dinero”, el cual está por encima del 80%.
Estas cifras son alarmantes, puesto que la inseguridad alimentaria puede tener un impacto negativo en la salud, el desarrollo y la contextura de las personas y de la sociedad en general. Esto es una de las consecuencias en un país con un salario mínimo de pobreza, según estándares internacionales.