*Denunciaron que el IAIM tiene una deuda con la empresa de al menos Bs. 5 millardos desde hace nueve meses
Luisana Brito
De brazos caídos están los 670 trabajadores de mantenimiento de Splendor que laboran en los terminales internacional, nacional y auxiliar del Aeropuerto Simón Bolívar, debido al retraso en el pago del aumento salarial de 40% decretado por el Ejecutivo nacional el pasado 1º de enero.
Destacaron que la primera semana de febrero les cancelaron solo la mitad de los tickets correspondientes a enero, pero con el valor de diciembre, al igual que las quincenas, lo que los motivó a dejar sus cepillos, mopas y carros recolectores de basura a un lado para exigir un salario digno.
“Desde el 2016 no nos pagan los intereses de las prestaciones sociales ni los uniformes, y las vacaciones siempre son incompletas. El aumento salarial quedó a mitad de camino y no nos dan explicaciones”, denunció Luis Mayora, secretario principal del Sindicato de los Trabajadores de Splendor.
Detalló que al solicitar respuesta por parte del Presidente de la compañía, este alega que “no puede cancelarnos el dinero, porque el IAIM tiene una deuda de al menos Bs. 5 millardos desde hace 9 meses y que hasta que no se ponga al día, no pueden hacer nada. Nosotros le dimos un ultimátum hasta el 28 de este mes para que tomen cartas en el asunto”, expresó el sindicalista.
Winston Jiménez manifestó que les adeudan demasiado dinero y recordó que Splendor es una empresa tercerizada que presta servicios de limpieza y mantenimiento al aeropuerto. “Recuerdo que el presidente Chávez ordenó que fuésemos absorbidos por el Instituto y nunca lo hicieron, ahora estas son las consecuencias, somos trabajadores mal pagados”.
Nobys Ribas aseguró sentirse indignada. “Tenemos dos meses cobrando un sueldo chucuto que no alcanza ni siquiera para cubrir las necesidades alimentarias de mis hijos. Nos exigen que tenemos que venir en blue jeans y botas, pero ellos no nos han dotado de uniformes. Hasta que nos den la cara y digan que van a pagar completo, no vamos a retomar nuestras labores”.
“Pasamos todo el día recogiendo la basura de los baños y las papeleras que están los pasillos y solo nos dan una bolsa. No nos dan guantes para limpiar los inodoros, y si agarramos una infección nadie responderá por los gastos”, comentó Ayarí Gómez./va