51 muertos tras un ataque ruso contra una zona residencial en Járkov
Al menos 51 personas, entre ellas un niño de seis años, murieron este jueves en un nuevo ataque ruso contra una zona residencial de un pueblo del distrito de Kupiansk, en la provincia de Járkov, en el noreste del país.
Según las autoridades locales, otras siete personas han resultado heridas durante el ataque, uno de los más mortíferos de los últimos meses.
Ha sido el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha denunciado lo sucedido desde Granada, ciudad a la que ha viajado para participar en la cumbre de la Comunidad Política Europea junto a otros casi 50 jefes de Estado y de Gobierno.
«Un crimen brutal de Rusia, un acto totalmente deliberado de terrorismo», escribió el mandatario en su cuenta de Telegram.
Unos 60 lugareños de la pequeña localidad de Groza (de poco más de 300 habitantes) decidieron reunirse en la cafetería y la tienda de comestibles del pueblo tras acudir al funeral de uno de los vecinos. A las 13:15 aquel tumulto de personas se convirtió en un objetivo militar del Kremlin, que en cuestión de segundo redujo a cenizas ambos locales