Momentos de alegría ha llevado Wilson De Olim y su equipo de colaboradores, muchos de ellos jóvenes entre 11 y 17 años, a más de 500 niños en las jornadas que realizó el año pasado en los sectores más humildes del estado.
Para De Olim ayudar a otros “es lo más hermoso del mundo” y muestra de ello son sus donativos de medicina, ropa, calzado, juguetes, fórmula láctea y alimentos.
En Navidad 60 niños de Santa Ana recibieron regalos del Niño Jesús y 30 bebés de la Maternidad de Macuto fueron beneficiados con piyamas.
“En estas actividades contamos con la colaboración de Carmelina Areneo, Mileydi Marcano, Dilia Ferreira, Arturo Quintero, Yuraima Soto y los niños Nyame y Josnayder González; Enmanuel y Samuel Espinoza, Marluis Pérez; Adrián del sector Cerro Los Cachos y Geovanni de Santa Eduvigis”.
Con ese grupo de gente hace su mayor esfuerzo para llevar con cariño las ayudas a los más necesitados, todo esto gracias a las contribuciones de personas en el exterior que aportan su granito de arena para que De Olim realice su labor social que comenzó hace 3 años.
De olla solidaria a arepazos En el 2022, destacaron la entrega de 50 kilos de avenas que llevaron a los afectados por las lluvias en Chichiriviche de La Costa, las bolsas de comida, pañales, ropa y zapatos.
Colaboraron los vecinos de la zona, el padre Jorge Peña, párroco de San Miguel Arcángel de Vista al Mar, y su familia que lo ayudó a embolsar.
También la entrega de enseres a más de 50 pacientes del geriátrico en Las Salinas, las 60 arepas repartidas a los niños del Área de Traumatología, sus acompañantes y enfermeras de turno del hospital Dr, Rafael Medina Jiménez, en Pariata.
La sopa solidaria en el sector La Chatarrera para más de 100 personas, el almuerzo a 30 niños en Santa Ana, los 200 platos de comida que ofrecieron en Corapalito, en Caraballeda, las 80 arepas que distribuyeron a las familias de Guiriguiri y la perro calentada a 30 niños de la Casa Al Fin, fueron algunas de las actividades./jd