Al menos cinco personas murieron y otras 18 resultaron heridas este lunes en Viena, la capital de Austria, durante un ataque armado ejecutado por hombres que portaban armas largas.
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, consideró la acción ocurrida en seis puntos diferentes de la ciudad como un «repulsivo atentado terrorista». También dijo que se trató claramente de un «ataque islamista» y prometió que su país defendería la democracia.
El ataque comenzó alrededor de las 8 pm del lunes, cerca de la sinagoga Seitenstettengasse, cuando al menos un hombre fuertemente armado abrió fuego contra varias personas que se encontraban en cafés y restaurantes, horas antes de la aplicación de las nuevas restricciones por coronavirus.
Murieron cuatro civiles y un atacante, que fue abatido a tiros por la policía poco después de que comenzara el ataque. El ministro del Interior, Karl Nehammer, lo describió como un simpatizante del autodenominado grupo Estado Islámico.
De los 18 heridos que fueron trasladados a centros de salud, al menos 7 se encontraban en condición crítica.
El agresor abatido por los agentes llevaba un chaleco explosivo que resultó ser falso y portaba «un rifle de asalto y otras armas», según fuentes policiales. Hasta el momento se desconocen cuántas personas participaron en el hecho, pero hay dos detenidos.
Las autoridades pidieron a los residentes que eviten reunirse en espacios públicos y usar el transporte.