La icónica torre de televisión de Kiev, de 385 metros de alto, ha sido atacada. Cinco personas han muerto en ese ataque y cinco han resultado heridas, según los servicios de emergencia ucranianos.
El Ministerio de Defensa ruso solicitó a la ciudadanía de la capital que abandonaran sus casas y se pusieran a cubierto ante la inminencia de nuevos ataques. En paralelo, un convoy militar se dirige hacia Kiev, aunque fuentes del departamento de Defensa de EE UU aseguran que se ha atascado por “problemas logísticos”.
En Járkov, la segunda gran ciudad del país, un misil ha destruido varios edificios y ha dejado casi dos decenas de muertos, según el balance del gobernador regional. La ONU cifra en 677.000 las personas refugiadas que han salido de Ucrania en solo seis días.
China asegura estar dispuesta a mediar para un alto el fuego, según un comunicado que responde a una petición previa de Ucrania. El posible movimiento del gran socio estratégico de Rusia, que hasta ahora ha intentado mantenerse al margen en esta nueva crisis mundial, llega en el sexto día de ataques.
Con información de El País