Ser fieles ministros de nuestro Señor Jesucristo, enseñar en su nombre y conducir a otros a Él, fue el compromiso asumido por los sacerdotes de las 25 parroquias eclesiásticas, quienes renovaron sus promesas sacerdotales en la Misa Crismal que ofició el obispo de La Guaira, monseñor Raúl Biord, junto al obispo emérito de Machique, monseñor Ramiro Díaz, en la Catedral San Pedro Apóstol.
“Estoy contento de celebrar esta misa con mis hermanos sacerdotes, que fueron llamados por el Señor para cumplir una misión. No sabían si estarían en este presbiterio de La Guaira. Unos vienen de Colombia, otros de África y España. Pero el Señor los llamó y están aquí, en ese camino sacerdotal que pone su vida al servicio de los demás”, manifestó monseñor Biord en su homilía.
Nos recordó que nadie es perfecto ni digno, ni siquiera ellos. Es Jesucristo que los hace dignos al ungirlos y consagrarlos para dar consuelo a los más necesitados. Dijo que todos somos discípulos y misioneros, y nos instó a ser cirineos para cargar con nuestra cruz. Pidió a los feligreses una oración por los sacerdotes del mundo y de esta Diócesis para cumplir con ese llamado de llevar la buena noticia del Evangelio. “Gracias Señor por este don”.
El obispo agradeció a monseñor Ramiro Díaz por estar de misionero en Vargas y a los párrocos que asistieron a la ceremonia eucarística. Felicitó a los padres Robert Cardona de Carayaca, Emilio Galán de Playa Grande y José Manuel Cuenca de la Soublette por sus 25 años de sacerdocio.
También al padre Ronald por sus cuatro años de ordenación, a los sacerdotes misioneros, a los diáconos, en especial a Rafael Carpio, a los seminaristas, y a las religiosas por su extraordinario trabajo con los niños y enfermos. Igualmente agradeció a la Policía Municipal y del estado Vargas por custodiar los templos.
Los encargados de presentar el Santo Crisma y los óleos de los enfermos y catecúmenos, para su consagración, fueron los párrocos que estaban celebrando sus bodas de plata sacerdotales. El crisma es la materia sacramental con la cual son ungidos los nuevos bautizados, signados los confirmantes, y ordenados los obispos y sacerdotes.
Mientras que las religiosas de las comunidades Hermanas María Teresa de Calcuta y Hermanas Eucarísticas de Nazaret fueron las encomendadas de presentar las ofrendas ante el altar, porque este año canonizarán a sus santos fundadores.
Fuerza de voluntad
Al finalizar la ceremonia litúrgica, se entregaron reconocimientos a los grupos juveniles de Las Tunitas, Playa Grande, Zamora, Guaracarumbo y Tanaguarena, por los murales alusivos al Año de la Misericordia. La sorpresa del día fue la visita del corredor de larga distancia, Maickel Melamed, a quien el obispo de La Guaira calificó como un ejemplo viviente de fortaleza y voluntad que debemos imitar, especialmente los jóvenes. NP/ar