Al menos 4 personas murieron, entre ellos 2 talibanes, y varias más resultaron heridas, en un atentado con bomba cometido este domingo contra un vehículo del grupo radical en la ciudad de Jalalabad, tras semanas de relativa calma desde la retirada estadounidense.
Se trata del segundo día consecutivo que se producen explosiones de envergadura con víctimas en Afganistán, algo inédito desde que los talibanes tomaron el control total del país con la retirada de las tropas de EEUU poco antes de la medianoche del 31 de agosto.
El sábado, también en Jalalabad, dos talibanes murieron y 16 resultaron heridos en otro atentado con bomba, en una acción que dejó además tres civiles heridos.
Aunque nadie ha reivindicado la autoría de los ataques, todo parece apuntar al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que ha realizado atentados similares en el pasado y es enemigo de los talibanes.
La región de Nangarhar, donde se encuentra Jalalabad, se ha mantenido como la principal zona de operaciones en Afganistán del EI desde que se instalaron en el país en 2015, donde en los últimos años ha habido numerosos enfrentamientos entre sus combatientes, los talibanes y las tropas afganas y extranjeras.