Lorena Correa, Loreclaverdad@gmail.com.- Hace cuatro años aproximadamente se dio inicio a los trabajos de la nueva vía de Carayaca, la cual aún no está terminada y las labores están afectando alrededor de 300 viviendas en las comunidades de Valle Verde y Miguel Ángel Figueredo.
María Herrera, afectada por el derrumbe del cerro, explica que el miércoles en la noche la tierra comenzó a ceder, obligándola a ser inspeccionada por Protección Civil y obtener como resultado la notificación de que debe desalojar la vivienda por estar en alto riesgo.
“Ya a una vecina se le cayó su casa a causa de la vibración ocasionada por las maquinarias, y nadie le dará un techo para vivir, eso quedará así. Ahora somos más las familias que pedimos soluciones a nuestra problemática. Estamos quedando en la calle, a la buena de Dios”.
Indica que han solicitado la creación de una pantalla para evitar que continúen derrumbándose las casas y la contratista alega que no la realizaran porque no les compete esa obra, además no está dentro del prepuesto para la construcción de la vía.
Por su parte, María León denuncia que muchas viviendas están prácticamente en el aire y puede ocurrir una tragedia en cualquier momento. “Con una lluvia aquí no quedará nada, solo escombros y desolación. Estamos muy preocupados porque todos estamos con el Jesús en la boca”.
Jesús Aguilar, resalta que toda la zona presenta fallas geológicas, por esa razón son constantes los movimientos de tierra y las casas se están agrietando cada vez más.
“Las casas tienen pozos sépticos por la falta de creación de la red de aguas servidas, el cerro se ha llenado de agua y por eso son más constantes los deslizamientos”. LC/ar