Más de 30 ranchos sirven de cobijo a familias de la parte alta del sector Los Cardones en Santa Eduvigis, Urimare.
Kleydi Sánchez, con su hija de casi un año, dijo que su pareja está desempleada porque tiene discapacidad en una mano. “Aquí se moja todo y no tenemos sino una pequeña cocina. Hemos construido una parte más grande porque estamos hacinados en el cuartico que teníamos. Seguimos en piso de tierra y recogiendo latas para levantar las paredes que faltan y resguardar lo poco que tenemos”
Para Oswaldo Chacón las promesas se las llevó el viento y la humilde vivienda que habita está por desplomarse al no tener los recursos para mejorarla.
“Se necesita renovar ese consejo comunal que tiene más de seis años vencido. Los voceros no se ocupan de la comunidad, y los más necesitados son los que menos apoyo reciben de esa gente”, indicó Chacón.
Audri Guzmán informó que no cuenta sino con un ventilador y una cama. “La situación es dura y el rancho se moja mucho, pero es lo único que tenemos. A este lugar no viene nadie y se come lo que se pueda porque el desempleo es general en esta comunidad. Hace nueve años tumbaron mi rancho”.
En pisos de tierra, con latón y tablas han levantado las humildes estructuras. “Hace nueve años tumbaron mi otro rancho con la promesa de que me construirían una casa y todo quedó en palabras. Hace año y medio levanté en donde vivo actualmente, porque no podía seguir en la casa materna”, informó Dorisbel Peña.
“Aquí estamos olvidados y ni el consejo comunal visita este lugar. Ellos se ocupan del maquillaje con pintura en las casas de bloque en la parte baja, pero el cerro está olvidado desde hace años. Ni siquiera tenemos derecho a una carta de residencia. Ni para ellos existimos, porque cada vez que la pedimos no las niegan”, acotó.
Dijo Peña que en el lugar no se ha hecho ningún censo por lo que para las autoridades no se abocan a prestar apoyo a este lugar. “Estamos pasando trabajo y sobrevivimos con lo que se puede. Aquí la pobreza entró por todas partes”.