Luis López.- A pesar de estar en zona de alto riesgo, más de 30 familias son ignoradas y sobreviven en las márgenes de la quebrada de Mañonga, parroquia Carlos Soublette. Hasta el lugar ninguna autoridad se ha abocado a prestarles apoyo, por lo que entre escaleras de tierra y pedazos de cauchos, los vecinos llegan a humildes viviendas, se sobreponen a la fuerza del agua que circula por la quebrada en tiempos de lluvia, según dijo Beltrán Castillo.
Señaló que está reforzando un muro de contención para evitar que su casa colapse y el techo lo está cambiando progresivamente, “Resulta costoso el material y desde hace meses no le hecho más nada porque carezco de los recursos”
Los niños tienen como espacio de recreación las escaleras en ruinas arrasadas por la vaguada del año 1999 y los estrechos caminos que sirven de acceso a cada una de las viviendas que presentan graves daños en sus estructuras
Ampliar salón múltiple
Informó Castillo, que en las asambleas que se han realizado en la comunidad se les informó que estaba asignado un presupuesto para el embaulamiento de la quebrada, pero que desde el consejo comunal pretenden desviarlo para la ampliación de los servicios múltiples que existen en el sector, “Mientras estamos necesitando apoyo para mejorar esta quebrada el dinero lo desvían a otras obras que no revisten urgencia para la comunidad”.
Embarazada y sin techo digno
Daisy Delfín, es madre de tres niños y uno que está en camino. Informó que con la lluvia toda la vivienda se les anega, el techo está roto y no han podido mejorarlo por carencia de recursos, “hemos acudido a todas partes y consignado documentos, pero la respuesta es que espere, mientras tanto seguimos sobreviviendo en este lugar porque es el único que he tenido en los 20 años que llevo viviendo aquí”.//LL/mag.