Para uno de los choferes de la ruta Caribe-Naiguatá, la reducción de uno de los grupos en Invitracv deja al menos 30 carros fuera de la vía.
«De cuatro grupos ahora solo hay tres, lo que implica menos gasolina en un lote de carros del transporte público», señala.
Agrega que los choferes tienen que buscar la manera de, entre el llenado por huella y el que le suministra Invitracv, lograr los 130 litros para trabajar por lo menos dos días.
Refiere que ayer estuvo llenando el grupo 1 ya que el lunes la cisterna por falta de electricidad no hizo la descarga en Pariata.
Informa que en esta semana ha sido notorio la masiva presencia de buses rojitos por lo que están en alerta ante el presunto interés de las autoridades de eliminar las líneas privadas de transporte público.
Reitera que las colas de usuarios se mantendrán porque si no hay combustible es imposible descongestionar las paradas.LL/jd