En las escuelas es notable la ausencia de alumnos y profesores, pero los delincuentes no han faltado durante la pandemia. La semana pasada fueron desvalijadas la: U.E República de Panamá, U.E Emilio Boggio, Caraballeda y el preescolar Rafael Martínez Salas, Carlos Soublette.
Los directivos de Sitravargas no se explican cómo la institución República de Panamá aún custodiada por militares, los amigos de lo ajeno pudieron abrir un boquete en la pared para sustraer materiales de informática, defecar en las colchonetas del preescolar que allí funciona y destrozar el poco material didáctico.
En la Emilio Boggio también destrozaron el material didáctico, se llevaron la máquina de escribir, rompieron algunas ventas e intentaron llevarse una puerta.
Mientras tanto, en el preescolar Rafael Martínez Salas, entraron, rompieron las ventas y se llevaron todo el cableado eléctrico así como los bombillos.
«Ya en las escuelas nacionales y estadales no hay nada que robar porque todo se lo han llevado. Es absurdo, porque de efectuarse el regreso a clase presencial los estudiantes no van a conseguir ni siquiera la poceta o lavamanos», expresó Jenny Regalado, secretaria de reclamos de Sitravargas.
Lamentó que hoy en día, las unidades educativas estén deterioradas sin luz, rejas, puertas ni baños óptimos y las autoridades no toman cartas en el asunto.
«Miles de veces hemos solicitado seguridad para las escuelas pero no nos han dado respuesta», dijo.
Recordó que hace más de un mes, sostuvieron una reunión con María de García, quién estaba en representación del fallecido García Carneiro y también estuvo presente la Secretaria de Educación Katiuska Hernández, y la primera dama se comprometió en colocar patrullas dentro de la zona para el resguardo de las instituciones sin embargo, nunca se vieron y los robos continúan.
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