Los varguenses comentan que fijar un número establecido de usuarios por día es contraproducente. Explican que la cantidad de números no se dan abasto para garantizar el acceso a los alimentos.
Pedro Mendoza, comenta que “de paso ya hay una compra semanal. No solo 250 personas tienen un terminal en específico. Esta situación de las colas es alarmante, se anda de cacería y llevando lo que se consigue. Se hacen colas de hasta seis horas para llevar un artículo de cada uno, y a veces cuando se está llegando a la caja todo se ha terminado”.
Sin embargo, resaltan estar de acuerdo con la regulación por cédula. “Ayuda a luchar contra el creciente bachaqueo, no es justo que haya personas que abusen y vendan a sobreprecio. Ellos son los que tienen todo, mientras a uno le toca estar zanqueando porque le falta de todo un poquito”, expresó Rafael Ovalles.
Luego de recorrer comercios desde Tanaguarena, Johana Cáceres, cuenta cómo regresó a su casa con las manos vacías, pues aún siendo menos de las nueve de la mañana en todos los módulos le dijeron que los números se habían agotado. “Hice cola para papel higiénico y café, pero no alcancé a comprar. Me llegué al Pdval de Macuto y nada. En el Bicentenario ocurrió lo mismo. Pasé más de medio día en la calle y solo pude comprar pan”. /MEM/ar