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250 familias de La Esperanza 4 viven en zona de alto riesgo

Luisana Brito, luisanablaverdad@gmail.com.- Entre 130 viviendas de anime y 12 ranchos conviven más de 250 familias damnificadas; resultado de las distintas vaguadas que se han suscitado en la región. Las mismas están ubicadas en el sector La Esperanza 4, en Carayaca.

Vecinos aseguran que la medida temporaria se extendió más del período establecido, pues explican que sería por 10 años, mientras construían otros complejos habitacionales, y ya van por 16 años.

Señalan que están viviendo en precarias condiciones, pues el pozo séptico está fuera de servicio y como consecuencia de las fuertes precipitaciones el terreno se está deslizando, poniendo en peligro a más de 80 niños.

“En el 2005 y 2007, vinieron los bomberos de Protección Civil e inspeccionaron el terreno y lo declararon como zona de alto riesgo. Este espacio es puro relleno; tierra amarilla que con el agua se viene abajo y el Gobernador está al tanto de la situación”, informa Yelitza Mosqueda, destacando que hace menos de un mes fueron censados por representantes de Ivivar y se mantienen con la esperanza de ser reubicados.

Manifiesta que están siendo afectados por filtraciones, ya que carecen de drenajes para las aguas de lluvia. “Cuando llueve esto es horrible. Nadamos entre el agua sucia porque no tienen por dónde salir. El anime se deteriora y no lo podemos sustituir, porque si tumbamos alguna pared corremos el riego de que todo se venga abajo”.

Agrega que por la falta de mantenimiento, la red de aguas servidas está colapsada. “Cuando fregamos o utilizamos el baño todo se devuelve por los inodoros y es una fetidez inaguantable”.

“Para tener agua tenemos que secuestrar las cisternas”

Huberto Rosendo, informa que desde que fueron adjudicados no han tenido agua por tuberías, y para cubrir sus necesidades tienen que esperar a que Hidrocapital se digne a enviarles cisternas, si no las toman a la fuerza.

“Vamos para mes y medio sin una gota de agua. La ropa está sucia, no podemos fregar y nos bañamos dentro de una ponchera para reutilizar el agua. Para llenar los pipotes tenemos que secuestrar las cisternas, porque si les pedimos el favor no nos hacen caso”.

Más de 10 niños con escabiosis

Debido a que el camión de agua mineral no sube con frecuencia, ingieren el líquido de las cisternas, que por lo general es turbio, y como no recogen la basura desde hace más de dos meses, están siendo víctimas de enfermedades de la piel.

“Hay más de 10 niños con sarna, vómitos y diarrea. Nadie viene a limpiar y cuando lo hacen se llevan solo unas cuantas bolsas, y el resto queda allí. Hay muchas moscas, gusanos y roedores”.

Piden construir un ambulatorio

Mosqueda, refiere que en el lugar hay un refugio que se encuentra vacío, por lo que piden al Ministerio de Salud les ayude a construir un ambulatorio, porque en oportunidades se les han presentado varias emergencias y no tienen a dónde acudir.

“Cuando los niños se enferman tenemos que bajar hasta Catia la Mar, porque no contamos con un centro de asistencia cerca, además el trayecto es muy intrincado y tardamos mucho tiempo”.

No hay transporte

“En La Esperanza 4 no tenemos una parada establecida ni un transporte público que nos preste el servicio. Cuando necesitamos salir tenemos que bajar hasta La Esperanza Dos y agarrar un jeep que nos lleve al pueblo. Aquí pasamos mucho trabajo. Necesitamos por lo menos dos vehículos que nos presten apoyo”.LB/ar

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