La ausencia de personal de seguridad dentro de las instalaciones del cementerio de La Guaira hace que el camposanto sea tierra de nadie. Practicantes de religiones como la palería y espiritismo profanan las tumbas para robarse los huesos de los cadáveres más antiguos.
El 25% de las tumbas dentro de este cementerio se encuentran profanadas, particularmente las que están ubicadas en la parte de atrás, ya que es más fácil escapar hacia la comunidad de Guanape II por esa sección del camposanto.
Los restos humanos dentro de estas religiones representan el poder del muerto, denominado como “nfumbe” que ejecuta lo que pida el “ngangulero”; especie de padrino dentro de la religión. El muerto sería la presencia espiritual dentro del lugar donde estén sus restos, utilizados para diferentes trabajos de protección según sus practicantes.
Según fuentes policiales de la Sub-Delegación La Guaira del Cicpc, una vez determinadas cuales son las tumbas que han sido profanadas, se llama a los familiares para que estén presentes dentro de las averiguaciones para determinar cuándo fue sacado el occiso. Efectivos expresan que es complicado dar con estos profanadores de tumbas. DD/ep