Luis López.- En casas parcialmente recuperadas de las ruinas causadas por el deslave del año 1999 y en medio del colapso de los gaviones del río de Quebrada Seca, sobreviven 230 familias.
Víctor Rivas, vocero del consejo comunal, dijo que desde el año 2011 los gaviones colapsaron porque no resistieron las rocas que bajaron. “Siempre les advertimos a quienes los construían que no resistirían. En la parte alta aún están las que miden más de 4 metros, las cuales son un riesgo permanente”.
Insistió que al ser la comunidad catalogada de alto riesgo el Gobierno debió abocarse a estas familias para reubicarlas. “No han resuelto el problema de habitabilidad de las familias. Estamos en tiempo de lluvia y la quebrada sigue en abandono, aunado a eso está la acumulación de basura”.
Pedro Fernández dijo que las calles están sin alumbrado y carecen de los medidores. “Las calles son una boca de lobo en horas de la noche”./yg