La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó este lunes un plan para intentar reducir la brecha generada a raíz de la pandemia en las campañas de vacunaciones contra diversas enfermedades, una realidad que pone en peligro la salud de unas 228 millones de personas en todo el mundo, la mayor parte de las cuales son niños de los países más pobres.
«Si queremos evitar múltiples brotes de enfermedades mortales como el sarampión, la fiebre amarilla o la difteria, debemos garantizar que los servicios de vacunación rutinarios estén protegidos en todo el mundo», destacó el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Al menos un tercio de los países sufren interrupciones en sus servicios habituales de inmunización.
«Millones de niños en todo el mundo corren el riesgo de no recibir las vacunas de base, pues la pandemia actual amenaza con destruir dos décadas de progresos en materia de inmunización sistemática», declaró el director ejecutivo de Gavi (Alianza de la Vacuna), Seth Berkley. El nuevo plan tiene como objetivo evitar 50 millones de muertes en el mundo reforzando la inoculación a lo largo de la vida.
Uno de los programas de vacunación que más problemas ha sufrido es el de sarampión, una enfermedad que antes incluso de la pandemia ya estaba mostrando indicios de aumento en varias zonas del planeta.
Recientemente se han reportado graves brotes en la República Democrática del Congo, Pakistán y Yemen, con frecuencia en zonas también golpeadas por conflictos y con servicios interrumpidos debido a la pandemia.
La Agenda de Inmunización 2030 es una campaña para la cual la OMS y Unicef piden el compromiso de gobiernos, donantes, industria farmacéutica y científicos, y que tiene -entre otros objetivos- lograr una cobertura global de las inmunizaciones del 90 por ciento y reducir a la mitad el número de menores que no reciben vacunas.