La ONG Médicos por la Salud informó que durante los primeros 10 meses de 2022 murieron 218 pacientes en hospitales debido a fallas de atención como consecuencia de los cortes del servicio eléctrico.
Según la encuesta, el promedio nacional de fallos eléctricos en los centros de salud es de una hora a la semana, aunque hay estados como Amazonas dónde el promedio es de seis horas sin luz a la semana, así como Barinas y Mérida con tres horas semanales.
Las fallas eléctricas afectan la operatividad de los hospitales impidiendo usar equipos médicos, ascensores e incluso por falta de iluminación.
A esto se suman los cortes del servicio abastecimiento de agua que también son constantes.
“No tener agua en el hospital no se limita únicamente a no poder realizar las labores de limpieza ni a la operatividad de los baños, sino que también limita de manera muy importante muchos procedimientos y tratamientos que requieren agua para poder realizarse”, indica el estudio.