Luis López.- Entre las 10:00 am a 2:00 pm se aglomeran en la zona de embarque por lo menos 10 grupos familiares para despedir a más de 20 jóvenes que se van del país por el terminal internacional.
Personal de tripulación certifica que salen a destinos de Suramérica, islas del Caribe y Europa.
Rebeca Acevedo y Antonio Castellanos, quienes laboran en una aerolínea, expresaron que la desesperanza los obliga a irse. “Están buscando oportunidades. Nadie se quiere quedar en estas condiciones, donde no se consigue ni la comida”, dijo Acevedo.
“El destino más requerido es Chile, porque es el país que mejor trato le está dando a los venezolanos. Es uno de los pocos donde la inflación disminuye y el sueldo de los trabajadores aumenta”.
Afirmó que uno de sus hermanos se radicó en ese país y en una semana tenía empleo. “Es técnico en sistemas, por lo que no tuvo problemas y en pocos días se estabilizó”.
Al referirse al retorno masivo de venezolanos, comentó que no es posible porque las condiciones cada vez empeoran más y para los jóvenes el futuro es incierto, sobre todo por la inseguridad que es el mayor de los problema.
“En cada vuelo que aterriza en Maiquetía se aprecian pocos pasajeros. A diario llegan los equipos con menos del 50% de su ocupación”.
Despide a su hijo médico
Mirian Pérez ayer despidió al cuarto de su hijos, quien viajó con destino a Francia. “Es médico y se tuvo que ir. Nuestros hijos no pueden estar aquí. Quienes están en el pasillo lloran la partida de un familiar porque prefieren dejarlos ir que tenerlos aquí bajo una amenaza permanente en las calles.
María Virginia Rengifo se radicó en Madrid desde hace dos años. “No quería regresar a Venezuela porque tenía temor por el tema de la inseguridad. En Guárico mis padres y hermanos se angustiaban cuando tomaba un taxi o una moto. Ahora hasta flaca regreso a España porque ni comida se consigue”./jd