Luis López.- Con el foco de contaminación a orillas de sus camas, sobreviven 18 familias al margen de la quebrada Curucutí. Hace un mes personal del Instituto Autónomo de la Vivienda del Estado Vargas (Ivivar) junto a los voceros del consejo comunal inspeccionaron las viviendas, por lo que las humildes familias aspiran recibir una casa digna para las próximas navidades, expresó Arcely Mayora.
“Estoy flaca de las veces que me he enfermado de los pulmones. En esta casa en ruinas hay tres familias con un menor de tres meses. Han sido tres años de penurias en este lugar al que llegamos porque no teníamos cómo pagar alquiler”.
Informó que cubren las paredes con lona y tela, debido a las filtraciones generadas por el agua servida. “Aquí recibimos todo lo que botan de las casas del sector. De noche es imposible dormir con la hediondez emanada, pero no tenemos opción hasta que nos reubiquen en otro lugar”.
Hizo referencia a que no le suministran agua potable desde hace semanas y la falta de mantenimiento de la quebrada los expone cada vez más a roedores y moscas. “Esto es una bomba de tiempo porque cuando llueve esta quebrada arrasa con todo a su paso”.