Vecinos de Canaima deben caminar largos trechos hasta Curucutí para poder obtener el vital líquido. Los afectados aseguran que han realizado centenares de peticiones a las personas encargadas del bombeo y la única respuestas que reciben es que las tuberías de la comunidad no soportarían la presión.
Hector Lozada dice que muchos en la comunidad «nos hemos dedicado el año entero a cargar agua, ya que una cisterna de 1.000 litros cuesta 15 dólares y la mayoría de los habitantes cobramos sueldo mínimo”.
“Necesitamos que el Gobernador nos apoye, ya que las personas encargada del bombeo nunca nos dan una solución”.
Agregó que a veces no hay agua en Curucutí y deben ir hasta Catia La Mar.RR/jd