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15 muertes por inmersión en lo que va de 2017

 * Como causa principal de los hechos atribuyen a la imprudencia e ingesta de licor

Luisana Brito

A 15 aumentó la cifra de muertes por inmersión en lo que va de 2017. El caso más reciente es el de Félix Jesús Camacaro de 26 años, funcionario de la Policía Nacional Bolivariana, cuyo cuerpo fue encontrado por Protección Civil Vargas en playa Los Ángeles D, en Naiguatá, tras 26 horas de intensa búsqueda.

Otro de los hallazgos fue el de Alfredo Guevara, quien el domingo 14 asistió a playa Candilejas, en Playa Verde, Urimare, para celebrar junto a su familia el Día de las Madres, pero el paseo terminó con su cuerpo flotando en el mar.

El pasado 20 de mayo, el cadáver de Marcos Zambrano de 44 años fue arrastrado por la corriente en playa Oasis, Mare, tras darse un chapuzón en esta bahía no apta. Zambrano tenía escasos minutos de haber culminado una ceremonia de santería que había comenzado en San Martín.

Juan Requena, presidente de la Asociación de Socorristas y secretario de Seguridad Acuática de la Cámara Playera, admitió que actualmente hay un déficit de más de 200 salvavidas en las costas litoralenses; sin embargo, consideró que la mayoría de los hechos registrados se deben a la imprudencia e ingesta de licor, aunque no descartó distracción de los salvavidas.

“Los visitantes llegan de madrugada y se meten a la playa, pero a esa hora no han llegado los guardacostas. También están los que beben aguardiente en las noches, sobe todo en avenidas, y como los policías los corren, se van con su música a todo volumen a las playas”.

Invitó a Andrés Goncalves, secretario de Seguridad Ciudadana, a crear un plan de patrullajes nocturnos en las bahías del estado. “Los corren de una playa y se van a otra, porque no ven la presencia de los policías. Deben hacer recorridos continuos y cerciorarse que después de las 5:00 pm no haya nadie bañándose”.

Rescatistas migran a clubes privados

 Requena apuntó que actualmente hay un déficit de 200 guardianes en nuestras costas y que por cada playa se necesita la presencia, por lo menos, de dos rescatistas en cada playa, lo que quiere decir hay menos de 20 activos. Sin embargo, admitió que el bajo salario que devengan les obliga a migrar hacia los clubes privados.

“En playa Coral no cuentan con el servicio de salvavidas y como esa hay muchas más. Los rescatistas prefieren trabajar en clubes porque les cancelan sus prestaciones sociales, mientras que en los balnearios son los comerciantes quienes corren con esos gastos. Pero es el estado debe ser garante de su sueldo”.

Destacó que en reunión efectuada el pasado miércoles con representantes de Capitanía de Puertos consideraron que es necesaria la captación de nuevos voluntarios para hacer la formación teórico-práctica porque se avecinan las vacaciones escolares.

“En lo que va de año tenemos unas cuantas muertes por inmersión y Vargas es un estado muy visitado. Hay que tomar medidas para disminuir estas cifras que alarman a la población”.

Para el operativo Semana Santa Segura 2017, el general José Jacinto Cabello, comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) – Vargas, declaró que el estado contaba con 280 salvavidas: 200 de la Gobernación y 80 de la Alcaldía.

Hay que formar a los playeros en primeros auxilios

El presidente de la Asociación de Socorristas indicó que la una gran parte de los guardavidas están trabajando de manera empírica, por lo que también propuso el adiestramiento en primeros auxilios, tanto para los salvavidas como para los comerciantes.

“Hay unos cuantos que no han recibido lecciones y prestan un servicio con lo poco que saben. Ellos no conocen las técnicas cuando alguien se está ahogando, si tiene fracturas o alguna otra lesión, y para mí eso es esencial para todo aquel que trabaje en una playa”.

Además cuestionó que siendo Vargas un estado costero no impartan clases de natación en las escuelas. “Es primordial que nuestros niños tengan los conocimientos básicos para nadar porque muchas veces los padres creen que se están bañando en la orilla y resulta que el niño está en las profundidades y sin protección”.

Otras de las acotaciones que hizo Requena es que no les han suministrado equipos y los que tienen ya están deteriorados. “No nos dan incentivos y los traslados para dar las clases se hacen con mi camioneta y a veces la tengo accidentada por falta de repuestos. Trabajamos con lo poco que tenemos”./yg

 

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