La Federación Internacional de la Cruz Roja lanzó este domingo una campaña urgente para recaudar más de 21 millones de dólares para asistir a unas 400.000 personas afectadas por el tifón Rai en Filipinas.
«Hogares, hospitales, escuelas y edificios comunitarios han sido destruidos», indicó en un comunicado el presidente de la Cruz Roja en Filipinas, Richard Gordon, quien precisó que voluntarios de la Cruz Roja ya están asistiendo a los supervivientes con atención sanitaria, medicinas, agua y comida.
Se contabilizan unos 146 muertos y 780.000 personas fueron afectadas, incluidos más de 300,000 habitantes que tuvieron que desalojar sus hogares debido al tifón, que tocó tierra el pasado jueves en la región central del archipiélago y salió el sábado del territorio filipino tras dejar un rastro de destrucción.
En su último informe, el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres señaló que hay más de 3.700 viviendas dañadas, así como 227 localidades sin electricidad y 22 carreteras afectadas.
El embate del tifón, conocido como Odette en el país y el decimoquinto en llegar a Filipinas este año, ha pasado por unas nueve islas donde ha arrancando los techos y provocado daños en numerosos edificios.
El tifón, que tocó tierra el jueves con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, salió el sábado de Filipinas tras causar inundaciones y corrimientos de tierra, lo que ha cortado las comunicaciones en las regiones de Visayas y Mindanao.
La Guardia Costera filipinas indicó que hay más de 1.700 pasajeros varados debido al daño causado por el tifón en puertos de la región.