Al menos 12 países de Latinoamérica ratificaron su compromiso para atender la crisis migratoria que se registra en la región producto del éxodo de más de 5,4 millones de venezolanos que buscan una mejor calidad de vida en otras naciones, a través de políticas públicas que permitan su inserción en las sociedades de todos esos territorios de acogida.
La “renovación” del compromiso establecido por países como Brasil, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, México, Paraguay, Panamá, República Dominicana, Perú y Uruguay, se hizo a través de la octava Declaración Conjunta del Proceso de Quito, suscrita en presencia de organismos como Acnur y la OIM.
“El Proceso de Quito es testimonio de la voluntad para seguir fortaleciendo a nuestra región, abrazando la diversidad con empatía y con la generosidad que la ha caracterizado siempre”, destacó Eduardo Stein, representante especial conjunto de Acnur y OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela.
El texto comprende la inserción socioeconómica, educación, protección a los menores de edad, centros de orientación y recepción temporal, refugio y asilo, regularización migratoria, salud, género y reunificación familiar, trata de personas y VIH/SIDA, así como el compromiso de cada país en avanzar en cada uno de los temas para dar respuesta a la situación.
El Proceso de Quito, en el que actualmente participan 14 países, se creó en 2018 por iniciativa de Ecuador como un espacio de trabajo técnico regional, con el apoyo de Acnur y OIM, para desarrollar respuestas coordinadas a los retos generados en la región por los flujos de refugiados y migrantes de Venezuela.