Desde las 3 de la mañana empiezan los pacientes y familiares a hacer la cola en el Servicio de Rehabilitación Integral (SRI) ubicado en el CDI de la parroquia Maiquetía, donde la escasez de personal e insumos retrasan la recuperación de los pacientes.
Todo porque solo 3 especialistas brindan servicio en el área a un promedio de 100 pacientes por día.
Para darle la atención al mayor número de necesitados posibles deben acortar los tiempos de las terapias, por lo que una recuperación qué podría darse en 3 meses se extienden hasta 6 meses o 1 año.
“Deben meter más personal, porque aunque las que están trabajan excelente con mucha mística y amor a lo que hacen, la verdad es que no se dan abasto. Aquí es demasiado el paciente que viene” explicó un familiar.
Asimismo se pudo conocer que a muchas de las maquinarias les hace falta mantenimiento.
Un paciente explicó que los días que les toca terapia con electricidad la atención por paciente se reduce a unos escasos 2 o 3 minutos cuando según los especialistas lo ideal sería una sesión de 20 minutos.
“A veces todo está tan colapsado totalmente qué uno ni siente nada por el apuro que hay”.
En el área de gimnasio tam bién deben hacer las colas, pues la sala de espera se queda corta ante la alta demanda.
Otra paciente indicó que ella quisiera no tener que venir aquí donde hay tantas limitaciones, pero se enfrenta y se resigna a estas calamidades porque costear el servicio por su cuenta implicaría un gasto de al menos $20 por sesión.
“Uno se la cala porque uno es pobre y aquí es gratis, pero tienen que mejorarlo, no hacer sufrir a la gente del pueblo este suplicio”.
De igual forma se conoció que el tratamiento de electro esta en riesgo, pues no cuentan con las almohadillas necesarias para aplicarlo. A veces para compensar le aplican otros tratamientos a los pacientes, lo que ocasiona más colapso y retraso.
A través del Diario La Verdad de Vargas, los pacientes dhacen un llamado extensivo al Gobernador del estado, José Alejandro Terán; autoridades de Salud competentes e incluso al sector privado que pueda donar Insumos.
“Aquí vienen desde niños hasta adultos mayores que no pueden caminar bien y la esperanza de un día poder hacerlo se apaga con estas serias limitaciones y el estrés que debemos sufrir”.
Por: María Elena Moreno.