Al menos 100 soldados y combatientes murieron en el norte de Siria esta semana en fuertes enfrentamientos en poco más de 24 horas, cuando fuerzas progubernamentales llegaron a una base aérea que había estado sitiada por largo tiempo por Estado Islámico, dijo el jueves un grupo que monitoriza el conflicto.
La mayoría de los muertos eran militantes de Estado Islámico, pero también hubo bajas entre fuerzas del Gobierno y sus aliados, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.
El término del sitio a la base fue la victoria de más alto perfil para el Gobierno sirio desde que Rusia intervino en el conflicto con una campaña aérea el 30 de septiembre.