Luisana Brito, luisanablaverdad@gmail.com.- Una hazaña es para los transportistas conseguir cauchos y baterías, por lo que en varias oportunidades se han visto en la necesidad de comprarles a los revendedores a precios exorbitantes piezas que ni siquiera son nuevas.
Actualmente en el estado, el sector transporte presenta un “paro técnico” por déficit de unidades operativas, que conlleva a invertir grandes cantidades de dinero en el pago de carreritas de taxis que superan los Bs. 500 por parte de los usuarios.
La Proveeduría Socialista de Vargas, ente adscrito a la Alcaldía, ha intentado solventar el problema con la distribución de repuestos, sin embargo no se da abasto para atender a todo el sector.
Muchos usuarios y poca flota operativa
Según Sergio Cárdenas, presidente del Bloque Unido de Transportistas de Vargas, asociación que a grupa a 32 líneas entre urbanas, trocales y suburbanas, explicó que de tener una flota de 2.700 autobuses solo 1.100 están operativos para beneficiar a 300 mil habitantes que hay en nuestra región.
Detalló que 1.600 unidades se encuentran accidentadas, ahora no solo por cauchos y baterías, sino también por piezas de la caja del motor y el tren delantero.
El gremio también se ve afectado por la falta de control a través de Internet donde subastan a precios impagables.
“No sabemos quién fija los precios, pero si no se pone un control, estamos mal. El que tiene los medios para pagar, lo hace, y el que no, se las ingenia colocándole llantas que duran unos pocos días. Se van a las caucheras viejas y agarran los neumáticos que están arrinconados y eso es lo que usan; poniendo en riesgo su seguridad y la de los pasajeros”.
Se turnan para ayudarse
En el caso de la Cámara de Transporte de Vargas (Cetravargas), asociación que concentra a 29 líneas, de 1.270 vehículos solo 900 están en las calles prestando servicio, informó el presidente de Cetravargas, Francisco Quevedo.
Para solventar la crisis, algunas de las organizaciones les prestan las busetas a sus compañeros para que trabajen y puedan ayudarse.
“Ellos se las turnan para que todos puedan generar ingresos y comprar los repuestos que hacen falta”.
Otros optan por créditos bancarios. “Esto no lo hacen todas la líneas, los presidentes llegamos a un acuerdo con los transportistas para ser garantes en los pagos de las cuotas. Hay bancos que ofrecen hasta los cinco millones de bolívares y eso les ayuda muchísimo”.
Hasta un año esperan por cauchos
Jordan Flores, socio de La Muralla Bolivariana, no escapa de esta realidad, pues su autobús tenía un año parado porque los neumáticos no aguantaron el trote.
Hace tres semanas fue cuando por fin pudo cambiar las seis llantas para salir a la calle, aunque las que consiguió son usadas.
“Estoy trabajando con el riesgo de que en cualquier momento explote un caucho. El más barato que conseguí me costó 30 mil bolívares y eso fue hace meses”.
Para Mauricio Hernández, la situación es igual, pero a él le salieron más caros. “Mi hermano me los consiguió en 70 mil bolívares y no son nuevos”.
Dijo que no todos sus compañeros son beneficiados por la Proveeduría y algunos tienen hasta seis meses en espera. “Eso es cuestión de suerte. Al que llaman lo compra y al que no, se las ingenia”. LB/ep